El Gobierno ha cerrado la convocatoria del proyecto piloto de la jornada laboral de cuatro días en el que participarán pequeñas y medianas empresas de hasta 250 trabajadores con una serie de condicionantes en las ayudas que recibirán las compañías participantes.
El documento, al que ha tenido acceso el diario El País, informa de un presupuesto asignado al Ministerio de Industria para este proyecto piloto de 9,6 millones de euros, que se repartirán entre empresas que reduzcan la jornada laboral de su plantilla al menos un 10%, sin que se vea afectado su salario durante dos años.
Empresas beneficiarias
La convocatoria de ayudas especifica el tipo de industrias a las que va dirigida esta iniciativa, que vendrá determinada por la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), responsable a su vez de equiparar y ajustar el filtro correspondiente a este proyecto.
Entre otras, podrán solicitar estas subvenciones las empresas que se dediquen al procesado y conservación de alimentos, a la confección de ropa y calzado, a las artes gráficas o a la fabricación de productos farmacéuticos.
Además del número de trabajadores, el Gobierno tendrá en cuenta también el volumen de negocios o el balance general anual, que no podrá superar los 50 y 43 millones de euros, respectivamente.
El Ministerio de Industria establece, en este sentido, que las empresas que apliquen una mayor reducción de la jornada laboral a una mayor proporción de su plantilla tendrán más puntos de recibir estas subvenciones.
El experimento propuesto por el Ministerio de Industria durará dos años, el tiempo que deben mantener las empresas subvencionadas la jornada, a la que solo podrán acogerse los empleados con contrato indefinido a tiempo completo.
¿Probabilidad de éxito?
Es la pregunta del millón, dada la incertidumbre que siempre ha perseguido esta idea en un país tan centralizado como el nuestro. No obstante, este tipo de semanas cortas siempre ha tenido una hipótesis más real en empresas tecnológicas.
Según nos contaban en este artículo-reportaje las empresas CIB Group y Schneider Electric, cuyas sedes en nuestro país han sido pioneras en su implantación, cada empresa tiene sus particularidades, aunque bien es cierto que la digitalización juega un papel clave en este sentido.
Otro de los elementos a sumar en la ecuación es la flexibilidad laboral, muy importante a la hora de facilitar su integración incluso a la hora de elegir entre disponer de más tiempo libre o de tener un mayor sueldo.
Sea como fuere, el tiempo dirá si la receta es exitosa en un país donde según un estudio de Adecco, más de la mitad de los trabajadores en España creen que podrían hacer el mismo trabajo en menos tiempo que el empleado en 40 horas a la semana.
