El dudoso honor de ser líder en la recepción de ‘spam’ a nivel mundial sólo puede ser mitigado por el hecho de no ser los causantes ya que, en el ranking de emisores, actualizado cada trimestre por la compañía de ciberseguridad Kaspersky, España se encuentra en el séptimo lugar.
Pero la noticia no es nueva. Tal y como viene sucediendo en periodos anteriores, España sigue liderando esta tendencia en la segunda parte del año, con un 9,28% del total de estas amenazas y un incremento de medio punto porcentual sobre el trimestre anterior.
La pandemia como impulsor del spam
Ante la pregunta: ¿por qué recibimos tanto spam? lo primero que debemos conocer es que su recepción no sólo tiene que ver con correos electrónicos no deseados, sino que también ocurre algo similar con mensajes de texto y llamadas telefónicas que, en muchos casos, recibimos a diario.
Si analizamos su evolución, nos damos cuenta de que nada tienen que ver los datos actuales a los que teníamos antes de la pandemia. Con la transformación digital que hemos vivido en este tiempo récord, también se ha incrementado la accesibilidad y el uso que hacemos de las redes.
Esto ha facilitado el aumento también en las descargas de software gratuito, compras de productos en línea o visitas a webs donde ofrecen ventajas emergentes. Un cómputo que nos pueden hacer susceptibles ante un máximo riesgo.
Una explicación a todo esto es que, tal y como ha ocurrido en otros momentos puntuales, las llamadas, correos electrónicos y mensajes de texto no deseados tiendan a generalizarse después de un evento catastrófico, ya que los spammers se aprovechan de las poblaciones más susceptibles ante este tipo de situaciones.
¿Es España una de ellas? El ranking desde luego declara esa evidencia. Desde productos recetados falsos, préstamos dudosos, información sobre sitios para adultos o lo que es más peligroso: intentar intimidar a los usuarios con peticiones de ingreso de cantidades elevadas por bitcoins a cambio de no revelar contenido comprometedor, como ha ocurrido en despachos abogados por ataques de ransomware. Por mencionar algunos de los ejemplos más habituales.
¿Cómo evitar el spam?
En este año no solo ha continuado esta tendencia, sino que los ciberdelincuentes se han vuelto más hábiles a la hora de personalizar sus envíos de spam. Así, los usuarios han experimentado un aumento en el número de mensajes con forma de factura en diferentes idiomas solicitando dinero por cualquier cuestión, desde los derechos de aduana hasta los gastos de envío.
Estos correos suelen conducir a las víctimas a sitios web falsos, donde se arriesgan no solo a perder dinero, sino también a poner en peligro los datos de sus tarjetas bancarias. Riesgos que, desde hace tiempo, servicios de correo electrónico como Gmail se esmeran por reducir al máximo derivándolo a la carpeta correspondiente.
Aún con todo, puede que fiarse del filtro archivador de nuestro correo no sea siempre tan efectivo. Es por ello por lo que debemos tener en cuenta estos pasos a seguir, tan lógicos como importantes:
No responder nunca al spam- Cualquier respuesta, ya sea por correo electrónico, mensaje de texto o incluso devolviendo la llamada, puede convertirse en una peligrosa indicación, ya que le estaremos diciendo al spammer que persistan en su actividad y aumenten su riesgo de cobertura.
Ignorar y no hacer click en el spam– La consecuencia lógica al detectar el correo basura es borrarla, pero también debemos asegurarnos de no hacer clic en ningún enlace que encontremos en el contenido de dicho mensaje.Muchas de las estafas de entregas de productos a menudo invitan a los usuarios a hacer clic en un enlace para la reclamación de un supuesto paquete, para acabar solicitando luego un número de tarjeta de crédito.
Proteger nuestra privacidad al máximo – Cada vez es más sencillo para un estafador, obtener nuestra información personal. Basta con responder a un formulario en un sitio web dudoso, o añadir cualquier dato personal en nuestro perfil público social para abrir las puertas a los ciberdelincuentes.
Son solo algunos de los ‘tips’ recomendados para evitar ser víctima de estos ataques y mantener tus sistemas los más seguros y limpios posibles. Para las llamadas y mensajes indirectos que escapan a nuestra prevención, estar informado y ser precavido suele ser la mejor de las prevenciones.
