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Financiación estructurada: ¿oportunidad para todos?

financiación estructurada

La financiación estructurada consiste en agrupar una serie de activos para venderlos después por tramos, cada uno de los cuales otorga derechos sobre los flujos de efectivo respaldados por estos conjuntos de activos. 

Si esto te parece enrevesado también te lo podemos explicar desde la posibilidad de acceder al mercado de capitales a compañías, para financiar sus proyectos a unos costes que, seguramente, de otro modo no accederían.  

Y es que se puede diversificar las fuentes de financiación de una manera bastante eficiente si la intención es aprovechar al máximo la rentabilidad de las empresas. Lo que antes era coto privado de los grandes emisores de deuda, ahora es sensible a compañías con otras necesidades de financiación. 

La financiación estructurada como tendencia actual 

No es casual pero este tipo de instrumentos ha ido adquiriendo importancia para la transferencia del riesgo de crédito y en los últimos años los volúmenes de emisión han crecido con rapidez a medida que han ido avanzando las técnicas para la modelización del riesgo de crédito. 

Esta línea de financiación está destinada a apoyar inversiones productivas en sectores como el medio ambiente, la energía, las infraestructuras de transporte o las telecomunicaciones. El objeto de los préstamos es la financiación de inversión productiva a las empresas, que puede realizarse tanto en España como en el extranjero.  

Beneficiarios de la Financiación estructurada 

Los principales beneficiarios de este tipo de financiación son empresas privadas españolas con una facturación superior a 50 millones de euros y unos activos totales de más de 43 millones de euros y sociedades dependientes, incluidas las sociedades vehículo de proyectos. 

Sus características principales son:  

  • Modalidad financiación: Inversión (préstamo o leasing). 
  • Importe mínimo inversión: 15 millones de euros o su contravalor en divisas para proyectos en España y 20 millones de euros para proyectos fuera de España. 
  • Importe mínimo préstamo: 10 millones de euros o su contravalor en divisas. 
  • Amortización y carencia: Se negocian de forma particular con cada operación. 
  • El tipo de interés puede ser fijo o variable. 
  • Garantías: Se puede acordar la constitución de garantías personales, reales, bancarias, prendarias o del propio proyecto dependiendo de la tipología del proyecto y las características de la empresa. 
  • Comisiones: A negociar con cada operación. 

En la actualidad, el mercado español de financiación estructurada está muy consolidado. De hecho, a través de la titulización, llegó a ser el segundo de Europa, entre 2000 y 2007, y el tercero en el mundo tras Estados Unidos y Reino Unido.  

La titulización perdió fuerza con la crisis financiera pero su método ha permitido que haya un interés cada vez mayor por operaciones estructuradas lo que ha hecho crecer al mercado. En una entrevista para Economía3 el director de Intermoney Titulización, Manuel González, resalta los retos de esta financiación. 

En este sentido, asegura que el mercado español sigue siendo un mercado muy pequeño desde el punto de vista de la inversión, con niveles de ahorro muy alejados de los de Francia o Alemania, por ejemplo. No obstante, es un mercado con una capacidad muy alta de crecimiento.