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Cómo el BOE ha cambiado nuestras vidas

Cómo el BOE ha cambiado nuestras vidas

Tradicionalmente, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha sido una fuente consultada por expertos en derecho quienes, por su trabajo, debían estar actualizados sobre la realidad normativa. Sin embargo, la ingente publicación de normas derivadas del COVID desde el pasado mes de marzo ha provocado que muchos ciudadanos se interesen por este diario oficial que regula nuestras vidas: ¿podré salir de mi municipio?, ¿cuánto cobraré si mi empresa decide hacer un ERTE?.

Hoy más que nunca el BOE es tendencia. Aunque su origen data del S.XVII, siendo el primer periódico de información general que surge en España; ha sido ahora cuando su consulta e interés se ha extendido por todos los ciudadanos, lo que ha llevado a muchos “influencers” a aprovechar esta realidad y a especializarse en la traducción del lenguaje jurídico al lenguaje de la calle, para que lo que en él se publica a diario pueda ser comprendido por todos.

Los nuevos traductores

El confinamiento y las numerosas restricciones que hemos sufrido en el último año han derivado en un sinfín de especulaciones que a su vez han provocado una serie de crítica repercusión, en gran parte motivada por el desentendimiento de unas leyes redactadas a contrarreloj y con un lenguaje muy técnico.

Son muchos los que han leído normas sacadas del diario oficial sin ningún tipo de traducción ni conocimiento específico. Sobre todo, a la hora de buscar la información que interesa a cada sector, donde cualquier ciudadano puede encontrarse en una encrucijada de anexos e incisos.

Es por ello que los traductores jurídicos y profesionales del campo han tenido que echar horas extras ante la demanda de empresas y comerciantes que veían con incertidumbre el devenir de sus obligaciones profesionales. Lo que tal vez no esperaban es la aparición de actores secundarios que han aprovechado el tirón de las redes sociales para llegar a un público general y multitudinario.

Las redes como instrumento más eficaz

Existen usuarios que aprovechan la magnitud de las redes sociales para hacer llegar su conocimiento experto a los usuarios. En muchos casos, se trata de información certera y puntual que ayuda a la gente a estar actualizado en lo que a normativa estatal se refiere.

Ejemplos como los de la periodista Eva Belmonte, creadora del blog El BOE nuestro de cada día en Civio y que a través de la red Twitter da eco sus miles de seguidores de las publicaciones donde desgrana con acierto noticias e investigaciones basadas en el reglamento estatal.

O Cristóbal Gázquez, que aprovechando el tirón viral del informativo matinal del cómico Ángel Martín, ha creado una ‘corresponsalía’ en la que se dedica a hacer mini resúmenes diarios en los que a través de videos explicativos va actualizando las principales publicaciones del BOE.

Son dos modelos de gestión actual de la información elevada al cubo, en los que como en otras categorías, la necesidad latente por el rigor de la noticia no tiene por qué afectar a la calidad informativa.