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¿Cómo afectan las redes sociales a nuestra salud mental?

Redes y salud mental

Una de las preocupaciones de los padres en el globalizado mundo que nos rodea es el excesivo tiempo ­que invierten sus hijos en las redes sociales. A veces, sin ser conscientes de que se trata de un problema cada vez más generalizado y desfocalizado de un rango específico de edad.

Cada vez dedicamos más tiempo a las redes sociales, un hecho que se ha acrecentado a raíz del confinamiento, que ha disparado nuestro consumo en estas plataformas hasta límites insospechados. Según el informe digital de Hootsuite, en 2020, el 80% de los españoles realizaron un uso habitual de la red desmesurado: en torno a una media diaria de 6 horas y 11 minutos conectados a Internet, lo que supone más de una cuarta parte del día.

Cómo pueden suponer, gran parte de este tiempo va ligado a las redes sociales, que han pasado de concebirse para el más puro entretenimiento a convertirse en herramientas esenciales sin las que nos podemos llegar a sentir indefensos.

El gran problema social de las redes sociales

La incidencia del uso de estas plataformas se da mayoritariamente entre los jóvenes de 16 a 24 años, un periodo crucial para el desarrollo emocional y psicosocial del ser humano. Es por ello, que se necesita más que nunca, conocer el impacto de las redes sociales en los jóvenes, poniendo especial interés en cómo éstas pueden afectar a la salud mental.

El documental de Netflix ‘El dilema de las redes sociales’ (2020) describe como si de una película de ciencia-ficción se tratara, las herramientas que se crean para mantener a los usuarios "distraídos" mientras los anunciantes ganan dinero.

Una maquina sin compasión capaz de hacernos sentir vulnerables ante la sociedad. La simple dinámica de un "me gusta" y comentarios con elogios o críticas, son capaces de manipularnos y hacernos sentir dependientes a los usuarios, sobre todo entre los más jóvenes.

Y ahí es donde radica el principal problema generador de estrés y deterioro de la salud mental. La pérdida de vínculos personales o la distorsión de la realidad son algunas de las consecuencias de buscar la aceptación social en redes para todo el que nos está viendo.

El estado de ánimo de los jóvenes está condicionado por la experiencia “irreal” de las redes sociales. La necesidad de imitar a otras personas que comparten un tipo de contenido asimilado como ‘trend’ provoca que, a largo plazo, puedan sentir una incapacidad para ser feliz, según los parámetros dictados.

La importancia de trabajar con la sociedad más joven, la que ha crecido con este paradigma virtual, se está tornando de vital importancia de cara a dotar a esta población de herramientas psicológicas para combatir cualquier situación negativa que pueda influir en la salud mental.

Principales efectos negativos

Aunque las redes sociales son una gran fuente de beneficios económicos, contienen una serie de efectos secundarios poco saludables que podemos desgranar como insalubres para la salud mental de los más jóvenes:

  • Ansiedad y depresión – La sucesiva comparación que hacemos de nuestra vida con la que se nos muestra en las redes por parte de otros usuarios, puede originar sentimientos parecidos a la desesperación cuando vemos algo que queremos y no podemos conseguir.

Los trastornos de ansiedad, muchas veces se originan por la búsqueda del perfeccionismo en imágenes poco realistas que afectan directamente a la autoestima.

  • Dormir mal - El sueño y la salud mental están muy relacionados. Cuando eres joven más aún, ya que el dormir bien está ligado al buen desarrollo físico y emocional. En este sentido, el creciente uso de las redes sociales repercute en una mala calidad del sueño al desencadenar sensaciones de somnolencia.
  • Imagen corporal – Uno de los principales problemas que acarrean las redes sociales es la permanente comparativa de los jóvenes con la imagen personal, estética y física en post de una superficialidad que lo envuelve todo.
  • Acoso cibernético - El acoso durante la infancia es un factor de riesgo importante que puede desencadenar una serie de problemas serios en la salud. Con el aumento de las redes sociales, todos los jóvenes estén en contacto constante entre ellos, lo que facilita un acoso virtual incluso estando lejos físicamente.
  • Miedo a perderse alguna cosa- El término FOMO, en inglés Fear of missing out, se traduce como "miedo a perderse algo". Una expresión acuñada recientemente que describe una nueva forma de ansiedad surgida con la popularización de las redes y la constante necesidad de estar conectados.

Plataformas como Facebook, Twitter e Instagram han revolucionado en todos los sentidos la manera de conectar entre nosotros y son utilizadas por una de cada cuatro personas en todo el mundo. Lo que no hay que olvidar es que el contenido que mostramos en las redes sociales constituye un porcentaje insignificante de nuestra realidad.