Si eres un millennial sabrás que Youtube es la plataforma líder de contenido de vídeo en internet y también serás consciente de que, muy probablemente, hayas contribuido a su ingente historial subiendo algún vídeo, desde su creación en el año 2005 hasta la actualidad, en la que cada minuto se suben 400 horas de vídeo a su ‘nube’.
Antes de que empieces a preguntártelo, los millennial son aquellas personas nacidas entre 1981 y 1996. Si has nacido antes, tampoco te quedas atrás ya que más del 70% del tiempo de reproducción de Youtube, proviene de nuestros dispositivos móviles.
Pues bien, Google, dueña de todos nosotros y también de Youtube, ha anunciado que los viejos enlaces a contenido, tanto en esta plataforma como en Google Drive, dejarán de funcionar a partir de finales de este mes de julio, dejándolos inaccesibles para todos los usuarios a menos que sus creadores realicen ciertos pasos.
Contenido inaccesible pero no borrado
Hay que empezar aclarando que los archivos que dejarán de estar disponibles, no serán borrados. YouTube y Drive permiten compartir contenido con otros usuarios sin necesidad de hacerlo público, para lo que generan un enlace único que podemos enviar a quien queramos.
Te sonaran más como videos ocultos en el caso de Youtube, sobre todo si has utilizado esta plataforma de manera profesional. Es una manera de compartir contenido entre grupos pequeños de personas. Los videos ocultos nunca aparecen en la portada ni pueden ser encontrados con el buscador.
Pues bien, Google va a cambiar la manera en la que se crean y gestionan esos enlaces privados, en un intento de hacerlos más seguros y evitar que puedan ser encontrados de manera fortuita, a través de la implantación de un nuevo sistema.
Bloqueo de todos los enlaces generados antes de 2017
Para forzar la conversión de los videos antiguos en el nuevo método, Google ha anunciado que bloqueará todos los enlaces generados antes del 2017 en Drive y YouTube. Se trata de millones de enlaces que dejarán de funcionar y ya no llevarán al contenido original, por lo que los vídeos se harán privados y sólo su creador los podrá ver.
El principal problema que genera este cambio es la inutilidad de millones de enlaces que ya no llevarán a ninguna parte; al igual que la imposibilidad de reproducir los vídeos antiguos insertados en las páginas web.
Para evitar que esto suceda, Google que es sabio y bondadoso, confía en que el propio usuario sea capaz de darle solución. Simplemente, podemos cambiar el enlace a ‘Público’ si queremos que siga siendo accesible o también podemos volver a subir el mismo vídeo, marcándolo de nuevo como ‘Oculto’ para que se genere un nuevo enlace si queremos que no lo pueda ver todo el mundo. Lo único, que con este método se pierden los datos originales, como la cantidad de visualizaciones.
La última opción es rechazar el cambio, introduciendo nuestro identificador de canal en esta página, aceptando el riesgo de que usaremos un sistema inseguro y que el vídeo podría ser encontrado por cualquiera.
Los cambios se aplicarán el próximo 23 de julio, así que no te asustes si ese día descubres que los vídeos ‘random’ a los que recurres cuando estas triste, han desaparecido. El que avisa no es traidor.
