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“Consumir menos energía implica ahorrar agua y contaminar menos”

Jorge García del Arco de AQUADAT

AQUADAT es una watertech nacida en Bilbao que ayuda a gestionar el agua de manera sostenible: económica, social y medioambientalmente. Para ello, transforma datos de calidad del agua en información útil para la toma de decisiones.

Hasta ahora, ha sido MIT Water Innovation Prize finalist (2017) y Galileo Master regional winner (2019). Además, obtuvo el Seal of Excellence H2020 Green Deal y el sello de PYME innovadora en 2021.

La empresa vasca acaba de ser seleccionada por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT) para participar en la iniciativa EIT Community Water Scarcity por sus soluciones innovadoras en el sector del agua.

Jorge García del Arco, es el cofundador y CEO de AQUADAT:

 

GD Empresa: ¿Cómo surge la idea de crear una plataforma que ayude a las empresas, administraciones y al Tercer Sector a gestionar el agua de forma inteligente? 

Respuesta: Durante un año tuve la oportunidad de ayudar a una organización, líder europeo en su segmento del sector de pesca de altura, a revisar y mejorar su impacto positivo. Su equipo directivo lo consideró el proyecto corporativo de más interés de dicho ejercicio.

Sin embargo, de todas las cuestiones identificadas sobre las que se actuó, la única que no tuvimos tiempo de implementar fue evolucionar de la toma de datos manual a considerar los 18 buques de altura como una plataforma de recogida de datos automática con el fin de compartirlos con la comunidad científica y mantener un elevado estándar de pesca sostenible.

Durante casi un año evaluamos el mapa de oportunidades y generamos un primer prototipo que incluía un dron acuático y una representación 3D muy visual. El CIC de Boston seleccionó a 4 startups del Sur de Europa y nos otorgaron una beca para acelerarnos durante 6 meses. Como consecuencia, decidimos dar el paso de constituir AQUADAT. Al cabo de 15 días, la Fundación BBK, a través de su fondo Venture Philanthropy, confío en el proyecto y pasamos a contar con un inversor de impacto que nos sigue acompañando desde el origen.

 

P: El primer desarrollo de la startup y por el que habéis sido seleccionados por el EIT, es AQUARADAR, un sistema de medición mediante diferentes fuentes de datos que permite monitorizar tanto la disponibilidad como la calidad del agua. ¿Cómo os puede ayudar este proceso en el futuro más inmediato? 

R: Ser una de las 35 organizaciones (entre pymes y startups) seleccionadas de 15 estados miembros con el potencial de mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de los procesos de producción de la industria europea nos brinda visibilidad a nivel internacional.

Adicionalmente, ser parte de la iniciativa EIT Community Water Scarcity, nos permite acceder a formación y mentorización por expertos del sector agua y cleantech.

Por último, y lo que más valoramos, es tener la oportunidad de ofrecer nuestras soluciones a importantes clientes finales de Europa.

“La carencia de agua limpia puede limitar el crecimiento económico”

P: Con AQUARADAR ayudáis a las empresas ofreciendo una solución que les permita conocer todo lo que ocurre en su proceso industrial. Algo muy vinculado con los planes de Responsabilidad Social Corporativa. ¿Qué demanda intuís que puede tener esta aplicación? ¿Influye la RSC en la toma de decisión final de las compañías? 

R: En relación con la demanda de este tipo de soluciones hemos aprendido que las organizaciones, al igual que las personas, nos guiamos por 3 comportamientos o motivaciones:

  • Por convicción: Pocas responden a un perfil explorador y líder que busca aprender y transitar nuevos caminos y formas de hacer, normalmente por alineación con sus valores y visión.
  • A los anteriores, les siguen las que actúan por imitación: Las líderes tienden a ser imitadas por algunas, aunque sea por si acaso.
  • Por obligación: la mayoría tiende a modificar sus prácticas ante el riesgo de incumplimiento legal y sanción. Cuando el regulador observa buenas prácticas, o comportamientos que es necesario modificar, legisla para elevar el estándar de exigencia, y, supuestamente, debe velar por su cumplimento.

El agua es un recurso natural vital, insustituible y fundamental para el desarrollo sostenible que debemos preservar ante los importantes retos a los que nos enfrentamos actualmente: estrés hídrico (cuando la demanda supera a la disponibilidad del recurso), crisis de la calidad y el cambio climático. Ningún país está libre de dichos retos. Por lo que la demanda es global y permanente (sin agua no hay actividad humana, medioambiental y/o económica)

El Banco Mundial en su informe “Quality Unknown: The Invisible Water Crisis” (Calidad desconocida: La crisis invisible del agua) muestra, con nuevos datos y métodos, que la carencia de agua limpia puede limitar el crecimiento económico hasta en un tercio y, por lo tanto, se insta a prestar inmediata atención a nivel mundial, nacional y local a estos peligros que enfrentan por igual tanto los países desarrollados como aquellos que están en desarrollo. 

El problema con el agua es que es demasiado barata, incluso no se llega a cubrir el total de costes. Se piensa que está disponible (“se da por descontado” en muchos países del denominado norte), y no es tan conocida la gestión e inversión que se requiere para que abras un grifo y te llegue un agua segura. Por el precio de la energía, tendemos a gestionar más la misma. Lo que se desconoce es el nexo energía-agua. P.ej. según “The United Nations world water development report: Water and Energy” el 90% de la generación de energía global es intensiva en aguaLa refrigeración de las centrales eléctricas es responsable del 43 % de las extracciones totales de agua dulce en Europa y casi el 50 % en los EE. UU. Consumir menos energía implica ahorrar agua y contaminar menos.

 

P: La iniciativa EIT es un proyecto de gran envergadura impulsado por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología que pretende combatir la escasez del agua en el sur de Europa. ¿Cuál va a ser vuestro cometido? 

R: Las organizaciones seleccionadas nos hemos comprometido por contrato a tomar parte en las actividades de InnoWise Scale (online y offline) durante el año 2022 en el marco del proyecto EIT Community Water Scarcity átert (Finding innovative solutions for áter scarcity in Southern Europe). La actividad debe llevar a los participantes a desarrollar las competencias de emprendimiento, resolución de problemas y comunicación.

Adicionalmente, conoceremos retos de organizaciones europeas a las que tendremos la oportunidad de presentar nuestras soluciones. Las seleccionadas podrán implementar pilotos demostrativos.

En resumen, aprender, conectar, presentar y demostrar.

 

P: El año pasado, además, participásteis en una alianza que aspira a liderar la lucha contra el efecto de los medicamentos sobre los ecosistemas y luchar contra la farmacontaminación en el agua. ¿En qué consiste? 

R: Vivimos en un mundo cada vez más contaminado. De los numerosos contaminantes de interés emergente, los fármacos son de los que suscitan una mayor preocupación. Se han documentado consecuencias desastrosas derivadas de su presencia en el medioambiente, como son la práctica desaparición de determinadas especies de buitre provocadas por el antinflamatorio diclofenaco, la aparición de bacterias multi-resistentes por la presencia de antibióticos, o el colapso de poblaciones enteras de peces por la feminización inducida por estrógenos.

Los fármacos, tanto los de uso humano como veterinario, llegan a nuestros ríos, estuarios, mares y se acumulan a lo largo de la cadena trófica, de forma que animales salvajes sufren concentraciones plasmáticas superiores a las obtenidas en su uso terapéutico.

A pesar de ello, creemos que el problema de la farmacontaminación no ha recibido la suficiente atención por parte de los profesionales sanitarios, que son en definitiva aquellos que prescriben, dispensan y administran medicamentos.

Se trata de un problema complejo, que engloba a múltiples agentes con intereses a menudo contrapuestos, de difícil abordaje y solución. Por ello, Gorka Orive, Doctor en Farmacia por la Universidad del País Vasco; Unax Lertxundi, Jefe de Sección de Farmacia de la Red de Salud Mental de Araba; y Saioa Domingo-Echaburu, responsable del Servicio de Farmacia de la Organización Sanitaria Integrada de Alto-Deba, han impulsado Basque Sustainable Pharmacy, una alianza público-privada que ha acordado un protocolo de intenciones en base a un proyecto de Innovación con los siguientes objetivos:

  • Poner en marcha un proyecto de investigación con el objetivo de determinar la presencia de contaminantes emergentes y su potencial impacto en aguas residuales y ecosistemas.
  • Contribuir a la divulgación y la difusión científica y social de los hallazgos mediante jornadas, seminarios o congresos.
  • Trabajar en la identificación y desarrollo de soluciones para un uso racional del medicamento, formación al personal sanitario sobre el impacto.

Nos cuesta negarnos a propuestas tan interesantes que apuestan por el concepto One Health, se introdujo a comienzos del año 2000 para poner nombre a una noción conocida desde hace más de un siglo: la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten. Algo que deberíamos haber aprendido con el COVID-19.

“Vivimos a crédito de futuras generaciones. Es insostenible”

P: Uno de vuestros principales objetivos es garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Cuando según los expertos, Europa se enfrenta a una de sus peores sequías en los últimos 500 años, ¿qué solución existe a corto plazo? 

R: No hay una única solución para los retos de carácter sistémico. Debemos partir de información diaria, transparente y accesible. Sin un buen diagnóstico, no se puede recetar ningún tratamiento eficaz.

En paralelo, antes de buscar soluciones, deberíamos evitar las pérdidas de red y perseguir usos y vertidos ilegales.

Con la información que se recabe y las proyecciones que permitirán, se debe realizar un análisis compartido, objetivo y basado en la ciencia, para diseñar respuestas que integren la demanda y soluciones dentro de los límites planetarios. El momento en el que agotamos los recursos que la Tierra regenera anualmente se adelanta año tras año en el calendario. Este año, España en  el mes de julio ha agotado los recursos disponibles para todo el año. En el mes de diciembre habrá consumido 2,9 veces su producción natural (respecto a una media a nivel global de 1,75 veces más). Es decir, vivimos a crédito de futuras generaciones. Es insostenible. Hagamos el ejercicio de imaginar cuánto duraría una familia o una empresa que actuara como si tuviera 3 veces más de recursos (p.ej. económicos) respecto a su realidad.

Los escenarios de cambio climático y la variabilidad climática en España requieren mejorar nuestra capacidad de respuesta y adaptación a la nueva situación, para lograr una mayor seguridad hídrica en el contexto de las importantes transformaciones sociales, institucionales y ambientales.

En el nuevo contexto, el principal reto de la gobernanza del agua consistirá en asegurar el agua para las personas, para las actividades económicas que dependen de ella y para los ecosistemas que regulan el ciclo hidrológico y nos aportan múltiples servicios, muchos de ellos esenciales. Ante la escasez de disponibilidad de agua ningún uso debe de realizarse a costa del resto. Es muy debatible legal, y desde luego éticamente, con los niveles existentes de pantanos desde el año pasado, algunas prácticas llevadas a cabo por algunos sectores con afán cortoplacista.

Necesitamos un modelo de gestión integrada de los recursos hídricos que garantice un desarrollo económico, socialmente justo y ambientalmente sostenible. Este modelo exige cambios en la gobernanza del agua, como la mejora de la coordinación de las Administraciones y de las políticas sectoriales, la participación comprometida del mayor número posible de usuarios y agentes sociales y en un uso efectivo del conocimiento y de las tecnologías de la información y las comunicaciones que permitan, además, el seguimiento y la evaluación de resultados de la gestión del agua con criterios transparentes de efectividad, eficiencia, equidad y sostenibilidad.

Si bien España ha sido, y es, uno de los países habitualmente más avanzados en este terreno, con una amplia tradición histórica en temas como legislación de aguas, planificación hidrológica, gestión por cuencas hidrográficas o constitución de comunidades de usuarios, debemos seguir avanzando en la adaptación de un sistema de gobernanza con el que poder afrontar los nuevos retos planteados, tales como la transición ecológica, la economía circular, la gestión de los riesgos derivados del cambio climático, la coordinación de autoridades competentes y la participación ciudadana.

Lo que es seguro es que todos los agentes (sector primario, industrial, público y privado) vamos a tener que revisar nuestro modelo de producción y consumo para asegurar la disponibilidad de un recurso vital, escaso e insustituible como es el agua.

 

P: Funcas señala en un reciente informe que el impacto económico del cambio climático dependerá de la capacidad de los sectores público y privado para promover una transformación en el sistema productivo. ¿Dónde entra AQUADAT en esta fórmula? 

R: Fundamentalmente en tres capítulos:

  1. Ayudando a generar un sistema de alerta temprana que permita tomar decisiones a tiempo (AQUARADAR). Este sistema, se puede, y se debe, adaptar a los diferentes contextos y usos. No es lo mismo un uso agrario, que industrial, portuario o urbano.
  2. Digitalizando la realidad física y modelizando su optimización con diferentes objetivos desde el rediseño de plantas de potabilización y tratamiento hasta modelos predictivos de unidades geográficas mayores (asentamiento urbano, rural, subcuenca...) para hacerlos más resilientes climáticamente (GEMELOS DIGITALES, DSS o Sistemas de Ayuda a la Decisión,…)
  3. Investigando y aplicando nuevas técnicas y métodos para analizar el agua a escala nanométrica (y sub-nanométrica) y tratarla cara a la disponibilidad de un agua segura que se re-utilice con criterios de economía circular.

“Nuestro propósito es ayudar a gestionar el agua de manera sostenible”

P: ¿Hacia dónde se dirige AQUADAT y cuáles son los siguientes pasos a seguir? 

R: Nuestro propósito es ayudar a gestionar el agua de manera sostenible: económica, social y medioambientalmente. En definitiva, aumentar el impacto positivo a través del agua.

Para ello, trabajamos en aumentar el uso de las soluciones actuales, comenzamos a explorar proyectos internacionales, y seguimos investigando soluciones innovadoras en colaboración con centros tecnológicos y científicos de excelencia. Como dice el proverbio africano: “Si quieres ir rápido ve solo. Si quieres llegar lejos ve acompañado”. Seguimos.

 

Visita la web de AQUARADAR para conocer más sobre esta empresa.