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Claves de la nueva reforma de las pensiones

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La segunda fase de la reforma de las pensiones, comprometida con la normativa europea y pactada con los sindicatos, ha sido aprobada y publicada en el BOE con dos objetivos claves: reducir la brecha de género y establecer un nuevo marco de sostenibilidad.

Una reforma que contempla un incremento gradual de la base máxima, ampliando la masa salarial sujeta a cotización y, que además, establece una cuota de solidaridad con el fin de preservar el componente redistributivo.

¿Qué medidas incluye la reforma de las pensiones?

Hay que destacar que, después de la subida de pensiones contributivas el pasado año, el incremento lleva aparejada también una subida de la pensión máxima sujeta a un desajuste temporal que hace posible maximizar el refuerzo de ingresos.

Por ello, para blindar el poder adquisitivo de los pensionistas actuales y futuros, se refuerzan los ingresos de la Seguridad Social con diferentes medidas, entre las que destacan:

Modelo dual para la cuantía de la pensión

La pensión podrá calcularse con los últimos 25 años cotizados o con 29 años de cotización, de los que se podrán excluir los dos peores, por lo que en la práctica el cómputo en este segundo caso será de 27 años.

Esta nueva opción se irá introduciendo de manera progresiva, desde 2027 a 2038, año en el que ya quedarán completamente desplegados los 29 años (menos dos). De esta forma, hasta 2040 podrá elegirse entre esta opción y los últimos 25 años, mientras que entre 2041 y 2043 la opción de 25 años irá subiendo a razón de seis meses por año.

Cuota de solidaridad

Se establece una cotización para la parte del salario que no cotiza por superar la base máxima de cotización. Ésta será del 1% en 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045 (5% a cargo de la empresa y 1% a cargo del trabajador).

Mecanismo de Equidad Intergeneracional

Se ajusta el diseño original recogido en la Ley de 2021, ajustándose ahora para despejar cualquier duda sobre la capacidad de esta cotización adicional como instrumento de estabilización financiera del sistema, subiendo progresivamente del 0,6% al 1,2%.

Así, se sustituye un mecanismo automático de recorte de la cuantía inicial de las pensiones, el factor de sostenibilidad, por un instrumento que garantiza que el sistema que hoy conocemos va a mantenerse en las próximas décadas a través de la recuperación del Fondo de Reserva.

Bases máximas de cotización

Las bases máximas de cotización subirán anualmente con el IPC más una cuantía fija de 1,2 puntos entre 2024 y 2050. Esto implicará un aumento acumulado del 38% hasta 2050. El Gobierno evaluará cada cinco años la subida de las bases máximas de cotización en el marco del diálogo social.

Pensión máxima

Las pensiones máximas se revalorizarán año a año con el IPC anual más un incremento adicional de 0,115 puntos porcentuales acumulativos cada año hasta 2050, lo que supondrá un alza aproximada del 3%.

A partir de 2051 y hasta 2065 se producirán incrementos adicionales para que al final del periodo, en 2065, la pensión máxima haya subido de manera acumulada un 20%. A partir de ese año se valorará la conveniencia de alcanzar un incremento total del 30%.

Subida de las pensiones mínimas contributivas

Se establece una senda de convergencia de las pensiones mínimas contributivas para asegurar que, desde 2027, no sean inferiores al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos. Así, tomando como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo, irán subiendo entre 2024 y 2027 de manera progresiva.

Además, se establece una mejora de pensiones no contributivas, que crecerán hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.

Brecha de género

El complemento por la brecha de género de las pensiones subirá un 10% adicional a su revalorización anual en el bienio 2024-2025. Así, se aborda el problema de quienes acceden a la pensión de jubilación con carreras de cotización irregulares marcadas por la inestabilidad y la precariedad laboral.

En este sentido, se incluyen aquellas mujeres con amplios periodos de lagunas de cotización vinculadas al cuidado de los hijos, así como los que se vieron más golpeados por la crisis económica y financiera de la pasada década.

Jubilación parcial

Por último, el Gobierno se compromete a negociar antes del 30 de junio una reforma de la figura de la jubilación parcial a fin de garantizar un régimen de compatibilidad efectiva entre trabajo y pensión, preservar la calidad del empleo de los relevistas, y equilibrar el coste de esta modalidad de pensión.

El Real Decreto Ley entrará en vigor, con carácter general, a partir del próximo mes de abril.