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Testers o el perfil del probador profesional

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¿Te imaginas cobrar por probar el último champú de tu marca preferida? ¿O por comer galletas que aún no están ni en el supermercado? Cada vez es más una realidad ya no tan reservada para unos pocos elegidos. 

Y es que muchas empresas están incorporando con asiduidad el perfil de probador o tester. Personas que cobran por probar todo tipo de artículos antes de que salgan al mercado, cuya opinión es clave para su posterior éxito. Una estrategia de marketing que cada vez emplean más compañías. 

¿Qué es un tester? 

En su origen, la denominación de probador ha estado ligada al mundo tecnológico o de la informática. Los probadores de software planifican y llevan a cabo pruebas en los ordenadores para comprobar si funcionan correctamente. 

Se trata de identificar el riesgo de sufrir errores de un software, detectarlos y comunicarlos. Además, evalúan su funcionamiento general y sugieren formas de mejorarlo. Muy parecido a lo que hacen los testers de videojuegos

Estos son los encargados de probar los juegos antes de que salgan al mercado con jornadas laborales completas dedicadas a detectar errores durante el proceso de desarrollo. Pero como decimos, esta síntesis llevada a la práctica sirve para cualquier tipo de industria que requiera un proceso de prueba. 

La figura del tester es cada vez es más frecuente para conocer la opinión del consumidor. Hoy día podemos encontrar en internet ofertas de todo tipo, desde probadores de colchones a trabajos puntuales por probar comida o productos de higiene y de belleza.  

¿Qué diferencia a un tester de un influencer? 

Para responder a esta pregunta hay que buscar la profesionalización del sector. Y es que para ser tester, el perfil del probador es igual o más importante que el producto en sí. Un mundo cada vez más relacionado con los microinfluencers, encargados de dar su opinión sobre un sinfín de productos en las redes sociales.  

En este sentido, las empresas se interesan por ese perfil que pueda garantizarles llegar a una audiencia fiable y que pueda repercutir en ventas por interés. Como nos explicaba en esta entrevista Jesica Alcalde, CEO de FuelYourBrands, plataforma "all in one" que conecta a marcas con micro-influencers; “para ser influencer se necesitan unas aptitudes especiales”. 

En este apartado, para convertirse en probador profesional de productos de grandes marcas debes tener esa audiencia que te dé la credibilidad necesaria para poder testar un producto con plenas garantías. Para una marca, la opinión de sus consumidores es muy importante, y el hecho de tener algunas personas que se ofrecen para ser los primeros en probar sus novedades, es muy valioso. 

La búsqueda del éxito en este sentido es bidireccional ya que todos ganan. La marca consigue opiniones sobre sus productos, necesarias para mejorarlos y hacer cambios incluso antes de que salgan al mercado, y los probadores, por su parte, consiguen rédito para ser los primeros en recibir un producto que aún no está ni a la venta. 

El procedimiento de los microinfluencers en este sentido es compartir el producto en sus redes sociales adoptando una serie de compromisos y explicando en qué consiste para terminar dando su opinión sobre la marca a sus seguidores. 

Otro tipo de tester como estrategia de marketing que cada vez emplean más empresas. Al final, son opiniones capaces de determinar el nivel de éxito del lanzamiento de un producto e incluso pronosticar el nivel de ventas.