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¿Por qué es tan importante el seguro de responsabilidad civil?

Seguro responsabilidad civil

Según recoge en su reglamento el Código Civil, “el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”. Una obligación que se puede traducir en diversas consecuencias de tipo económico dependiendo del daño.

De esto trata la responsabilidad civil. Traducida en el ámbito empresarial, esta normativa establece una responsabilidad solidaria de todos los administradores que participen en la adopción de un acuerdo perjudicial para el patrimonio empresarial, de socios o de terceros. Por este motivo, surge la necesidad de suscribir un seguro para administradores y directivos.

¿Qué es el seguro de responsabilidad civil?

Un seguro de responsabilidad civil es un contrato por el que el asegurador se obliga a hacer frente a imprevistos derivados de una actividad profesional, por el cual se presenta la obligación de indemnizar a un tercero los daños y perjuicios causados por un hecho relativo a su actuación y de cuyas consecuencias es civilmente responsable.

Es decir, es un seguro que cubre la responsabilidad civil de cualquier persona o empresa que preste servicios profesionales y pueda verse ante este tipo de reclamaciones de terceros derivadas de actos incorrectos en el ejercicio del cargo.

Es importante recordar dos puntos acerca de este seguro:

  • Protege el patrimonio personal de las personas físicas. No es un seguro para la empresa.
  • Únicamente responde de perjuicios financieros, no cubre daños corporales ni materiales.

Como decimos, tanto un particular como una gran empresa pueden causar un daño a un tercero, por distintas situaciones. El seguro de responsabilidad civil se encarga de afrontar el incidente según cada situación.

Tipos de protección

En diversas ramas y contextos el seguro puede ser obligatorio, como puede ser el caso de conducir vehículos de motor (seguro a terceros) o con las licencias de caza, por ejemplo. Además, en muchas pólizas del hogar llevan incluida la responsabilidad civil para determinados casos, como puede ser el de las mascotas.

Otras veces es opcional y puede variar dependiendo de la comunidad autónoma. Por ejemplo, si tienes un perro y vives en Madrid o en el País Vasco, se necesita de forma obligatoria tener una póliza con independencia de la raza.

Al final, el responsable de un perjuicio civil lo es con independencia de que haya actuado o no de forma intencionada y cuando ocurre este tipo de incidentes, se pueden dar casos en los que no se puede hacer frente económicamente a la indemnización si no se tiene contratado este seguro.

Otro de los síntomas relevantes con referencia a este seguro, es su poca prevalencia en la población. Junto con el de asistencia de viaje, de hecho, es el que menos se solicita por parte de la ciudadanía. Según la patronal de seguro Unespa, a nivel general solo ocupa el 0,2% del gasto de seguros dentro del hogar.

Muy curioso si analizamos que el seguro de responsabilidad civil es capaz de resolver cada hora, 54 percances, casi tantos como los que suelen acontecer en los comercios. Un hecho que vuelve a reflejar la inoperancia de la ciudadanía cuando no se está obligado a actuar, a veces, quien sabe si por falta de información.

Lo que está claro es que la responsabilidad civil va a ir adquiriendo más relevancia al mismo tiempo que la sociedad se va transformando, tanto digitalmente como en el campo de la sostenibilidad, por ejemplo.

De la misma forma que los seguros de salud han aumentado su contratación por motivos evidentes durante el último año, la aceleración de los procesos está marcando su adaptación al cambio y, en el campo de la responsabilidad civil, también en la búsqueda de respuestas ante posibles incidencias.