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“La reforma de las pensiones debe ir en línea con la laboral”

Reforma pensiones

El foro ‘Las pensiones después de la pandemia’ organizado hace unos días por el diario Expansión, ha servido para reunir a un grupo de expertos económicos sobre la necesidad de una reforma de la que el Gobierno ha aprobado ahora un primer paquete de medidas. 

La reforma de las pensiones viene dada por una crisis sanitaria que ha supuesto un déficit al año de unos 3.500 euros por pensionista. Desde este punto de vista, los expertos están de acuerdo en que esta primera fase de la reforma “no soluciona todo el problema”, ya que el déficit puede ir creciendo paulatinamente. 

Premio para quien trabaje más años 

La primera parte de la esperada reforma de las pensiones presentada por el Ministerio de Seguridad Social, fundamenta las dudas de la aprobación de sus temas más controvertidos; aplazados para su ejecución en el año próximo, como es objetivo del Gobierno. 

Un texto pactado con patronal y sindicatos donde se ha acordado la vinculación de las pensiones con el IPC anual, medidas para fomentar la jubilación más tardía o las penalizaciones a las prejubilaciones más tempranas. 

Esto se traducirá en dos medidas: pagar hasta 12.000 euros a quienes decidan seguir trabajando después de su edad de retiro y endurecer la penalización en su pensión para los trabajadores que se retiren antes. 

Los expertos abogan por que los sistemas de reparto deben ser más flexibles en cuanto a la esperanza de vida y los años cotizados, ya que según inciden, las penalizaciones siguen siendo muy elevadas (un 8% por ciento la máxima), “un buen negocio, ya que cuanto más elevada es la esperanza de vida, más dinero se recauda”. 

10 millones más de jubilados en los próximos 15 años 

Por otro lado, advierten de que no se ha trasladado a la ciudadanía “el verdadero problema” de los datos actuales. Según señala Laura Núñez, directora del Observatorio del Ahorro Familiar, actualmente hay 9 millones de pensionistas con 19 millones de trabajadores. En los últimos 8 años ha aumentado el número de pensionistas en un millón, lo que supone que 10 millones más de personas van a tener edad de jubilación en 15 años. 

“Esto va a suponer una presión para el mercado de trabajo que no alberga futuro si no se solucionan las previsiones” inciden. Urge pues, abordar el problema desde un punto de vista global, que vaya unido a la reforma laboral, para que el sistema productivo sea capaz de dar opción a una jubilación segura de toda la población, tal y como señala Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research.

Una utopía, según lamentan, si el desempleo juvenil sigue aumentando con un porcentaje (40%) que supone un lastre para las arcas del Estado. Opciones de otros países europeos como la flexibilidad a tiempo parcial pueden servir de ejemplo a corto plazo, según destaca José Antonio Herce, presidente del foro de expertos del Instituto BBVA de Pensiones

Lo que está claro, es que tanto los jubilados como los futuros pensionistas, necesitan esta reforma para ejercer un acuerdo social que mire por su bienestar. Al igual que los autónomos claman por un sistema que mire por el bien de sus cuentas, con un cálculo tan básico que mida el esfuerzo realizado en la vida laboral.