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El creciente interés por los bonos verdes

Bonos verdes

La sostenibilidad está de moda. Esperemos que no sea pasajera y los acuerdos alcanzados en la última cumbre del clima lleguen a efecto por el bien de todos. Mientras tanto, cada vez más empresas se interesan por la financiación de proyectos verdes y los activos que representan estos bonos.

Destinados a la inversión en activos sostenibles y socialmente responsables en áreas tan diversas como las energías renovables, la eficiencia energética, el transporte limpio o la gestión responsable de los residuos, los bonos verdes se han convertido en objeto de demanda de los principales emisores de energía.

¿Qué son los bonos verdes?

Son un tipo de deuda emitida por instituciones públicas o privadas para financiarse y comprometer el uso de los fondos obtenidos con un proyecto medioambiental o relacionado con el cambio climático,

Esta sería la principal diferencia con otros instrumentos de crédito. Cabe destacar que, pese a su actual prevalencia, no son nuevos ya que, en el año 2007 el Banco Europeo de Inversiones (BEI) lanzó por primera vez esta emisión con el objetivo de contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los bonos verdes están pensados para usarse íntegramente en proyectos verdes que impactan de manera positiva en el medio ambiente. En este sentido, Iberdrola se ha consolidado como el mayor grupo emisor de bonos verdes del mundo y a principios de este año realizó la emisión del mayor bono verde híbrido de la historia, por valor de 2.000 millones de euros.

Dentro de la asignación de fondos europeos, la UE ya ha puesto en marcha su primera emisión de bonos verdes, que captará en el mercado al menos 250.000 millones de euros hasta 2026, canalizados a través del Plan de recuperación, obligando a destinar el 37% de la dotación de sus planes de recuperación a iniciativas ecológicas.

¿Por qué emiten las empresas bonos verdes convertibles?

En los últimos años existe la tendencia global por parte de las empresas de recurrir a los bonos verdes convertibles para financiar sus proyectos ecológicos. Esto es porque resultan adecuados para firmas que promueven proyectos pioneros relacionados con nuevas tecnologías o que muestran gran incertidumbre.

Así lo corroboran, por ejemplo, las emisiones realizadas en el mercado asiático (Sumitomo Forestry, Link Reit, Posco), en el europeo (Voltalia, Neoen, Eléctricité de France, Audax Renovables) o en el americano (Plug Power, Bloom Energy, Fisker).

Se trata de un instrumento híbrido que tiene unas ventajas que con los bonos convencionales no se podrían conseguir. Desde la visión de las empresas, los convertibles permiten a las compañías reducir su coste de financiación ya que los inversores aceptan percibir un menor tipo de interés a cambio de disponer de una opción de conversión que les permite convertirse en un futuro en accionistas de la sociedad.

Además, la incorporación de estos bonos convertibles protege al inversor en entornos de alta volatilidad o incertidumbre en Bolsa, dado el límite inferior en el valor del bono y su percepción periódica, que compensa parcialmente las caídas en el precio de mercado de las acciones.

Como decimos, los convertibles son también un instrumento de financiación adecuado para las empresas que promueven proyectos pioneros relacionados con el desarrollo de nuevas tecnologías u oportunidades de negocio que muestran mayor incertidumbre técnica o financiera, como puede ser el hidrógeno verde, el almacenamiento de carbono…etc.

Así, los inversores pueden beneficiarse del valor generado en caso de éxito de estos proyectos, disfrutando de un colchón de seguridad. Un recurso financiero atractivo para empresas de dimensión limitada, pero con grandes expectativas de expansión.