Hay pocos datos fiables acerca del grado de ejecución de los fondos europeos en España. Sin embargo, las cifras disponibles apuntan en una dirección pesimista de la que se lleva hablando demasiado tiempo.
Y es que nuestro país, logró movilizar en 2021 apenas el 27% de las ayudas del Plan de Recuperación tras la pandemia del total consignado para ese año, según las estimaciones de Fedea (Fundación de Estudios sobre la Economía Española).
Escaso impacto en el crecimiento económico
Los datos revelan que entre enero y junio de este año no se ha ejecutado ni una décima parte de lo previsto, lo que incide directamente en las empresas, que lamentan no poder acceder a estos fondos y cuyo impacto económico está siendo mucho menor del esperado.
El crédito inicial para este año, recogido en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), ascendía a 26.900 millones de euros, una partida que posteriormente fue modificada hasta dejar un presupuesto definitivo de 28.273 millones de euros.
De ellos, en el primer semestre del año, el Ejecutivo ha autorizado gastos por valor de 14.574 millones (un 51% del total), lo que supone que se ha dado permiso a distintos organismos de la Administración para hacer uso de estos fondos.
Aunque el Gobierno esperaba que en 2021 su impacto en el avance del PIB fuera del 2%, lo cierto es que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) acabó reconociendo que su efecto acabó siendo casi nulo.
Los 2.600 millones que se han desembolsado en la primera mitad de este año se suman a los 11.000 millones en pagos realizados en 2021. Esto supone un volumen de fondos del Plan de Recuperación de 13.600 millones de los 31.000 percibidos hasta la fecha.
Falta de formación
A pesar de que España lidera el despliegue del Pan de Recuperación, tras la llegada de un segundo desembolso por una cuantía de 12.000 millones de euros, la falta de despliegue en la gestión de su reparto evidencia una falta de mano de obra en la Administración.
Porque, hay que tener en cuenta que la falta de trabajadores (más de 100.000 según los estudios de Randstad), aparte de suponer la pérdida de productividad en las Pymes, sobre todo, también está afectando a la llegada de fondos europeos para estas empresas.
Y es que, a la hora de querer fomentar un relevo generacional en según qué zonas, la falta de cualificación puede suponer un problema mayor. Sobre todo, cuando hablamos de funcionarios públicos cualificados para gestionar estos fondos.
El Ministerio de Hacienda comunicaba que un total de 800 funcionarios han recibido formación de cara a la ejecución de los fondos europeos Next Generation, sólo un 25% del total que estaba previsto que fueran instruidos.
Para ello, la formación necesaria de estos profesionales se articula en tres pilares: la gestión del Plan de Recuperación como un programa por objetivos; la formación en los aspectos horizontales de la gestión del Plan como son la prevención del fraude y del conflicto de interés; y el propio funcionamiento de la herramienta informática en la que se aloja el sistema de información y seguimiento del Plan.
El caso es que, como decimos, en la primera mitad del año solo se ha desembolsado un 9% de los 28.000 millones que tenía presupuestados el Gobierno para este año. Por lo que, es un hecho que las CCAA necesitan más personal dedicado a la gestión del Plan de Recuperación.
