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¿Debo dejar propina? Ejemplos según el país que visites

Propinas en la hostelería

Ahora que empezamos a retomar el turismo internacional con cierta normalidad, muchos nos hemos preguntado si es conveniente dejar propina en el sector hostelero y si se debe proceder de la misma manera que en tu país de origen.

Si viajamos fuera, quizás nos sorprenda saber que hay ciertos países en los que es muy recomendable dejar propina y otros en los que es, incluso, obligatorio. El principal motivo es que esta cantidad suele ser importante para completar el salario del profesional que nos atiende. Si bien en España no estamos obligados a dejar propina, en otros destinos puede estar hasta mal visto hacerlo.

Propinas por el mundo

Si nos fijamos en los países más visitados de Europa, encontramos el claro ejemplo de la variación de criterios en lo que a dar propina se refiere. Exceptuando los territorios en los que la propina funciona como en España (véase Portugal o Italia), otros países tienen diferentes costumbres.

En Alemania, por ejemplo, la propina equivale al 5% o 10% del precio total. De hecho, si se paga con tarjeta, como cada vez es más habitual, se debe decir al camarero cuánto quieres pagar.

Otro caso habitual es el de Francia, en el que la propina viene incluida en las cuentas de cafeterías y restaurantes. En el ticket aparecerá un incremento del 15% en concepto de “Service Compris”, que se suele dividir entre los empleados.

Si vas a viajar al Reino Unido debes saber que la propina suele representar el 10% y se carga directamente en cuenta, indicándose con el término ‘service included’. Si pagas con tarjeta, ten en cuenta indicar al camarero la cantidad de propina que quieres pagar para evitar que cargue la que quiera.

En otras partes del mundo hay de todo. En Estados Unidos, el concepto de propina oscila entre el 15% y el 20% del coste del servicio, aunque esta cantidad puede variar en función del estado que visitemos.

En países asiáticos como Japón o China está mal visto dejar propina. Este último a excepción de las regiones de Hong Kong y Macao, donde se acostumbra a pagar un 10% de más. En estos casos, los guías turísticos que acompañan al viajero durante muchas horas sí suelen recibir propina.

Por último y por lo general, en regiones de África y Sudamérica, las propinas están bien vistas y es una costumbre arraigada en el turismo más tradicional. Destacan casos como el de México, donde no dejar propina se considera algo de muy mal gusto.

A debate la prohibición de aceptar propinas en la hostelería

En nuestro país, el debate sobre las propinas tuvo un claro ejemplo hace poco. El pasado mes de junio, el TSJ de Asturias daba la razón a un empresario que prohibía a sus trabajadores la aceptación de propinas de sus clientes en las cinco cafeterías que gestiona en la provincia asturiana, que cuentan con unos 110 empleados.

Días después, el Tribunal Supremo estimaba el recurso presentado por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) contra esta sentencia, por entender que se trataba de una decisión tomada sin ni siquiera iniciar una negociación con los empleados o con los representantes sindicales.

Pero hay algo mucho más importante y es que el fallo del Alto Tribunal considera que esta prohibición constituye una modificación sustancial de las condiciones de trabajo que debe seguir los trámites del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores.

Esto significa que el TS entiende la necesidad del sector y la importancia que tiene para sus profesionales la percepción de propinas como una clara ventaja o condición de empleo. Asimismo, se declara que el derecho a percibir propinas existe como parte integrante del contrato de trabajo. Eso sí, la propina es un pago extrasalarial que depende de la voluntad del cliente (como donación) y no del empresario, que no carga con su coste.

Aún con todo, el TS deja claro en su sentencia que la prohibición de recibir propinas entra dentro del derecho de poder de organización y dirección del empresario. Ahora bien, cuando esa posibilidad de ganancia económica y recompensa moral preexiste ha de seguir el reglamento fijado en el Estatuto de los Trabajadores “por estar ante una condición de trabajo cuya eliminación posee relevancia desde diversas perspectivas”.