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España y Países Bajos, contra las reglas fiscales europeas

Acuerdo España Holanda reglas fiscales

Dicen que lo no te separa del todo al final acaba uniéndote más. Parecido a lo que les ha pasado a España y Países Bajos, muchas veces alejados en distintos debates socioeconómicos en el ámbito europeo, ahora han decidido unir sus fuerzas para pedir a la Eurocámara relajar sus normas de déficit y deuda. 

A través de la firma de un documento conjunto, las principales carteras económicas de ambos países han sellado una alianza bilateral en contra de los altos niveles de deuda y a favor de una serie de “estrategias realistas y graduales para cada país”. 

Equilibrio entre los países del norte y del sur 

El contexto es bien sencillo y se resume en encontrar el equilibrio entre los países del norte y del sur, representados en este acuerdo por dos países que demandan la compatibilidad del crecimiento económico que se presupone a la postpandemia y la creación de empleo que puede beneficiar a cada región. 

“Los Estados miembros deberían comprometerse de forma creíble a construir colchones fiscales para estar preparados para la próxima crisis a través de estrategias de consolidación específicas para cada país”, reza el documento. 

Un documento que forma parte del debate iniciado sobre las reglas fiscales, tras la pandemia y a la espera de la propuesta de la Comisión Europea y que pone énfasis en la sostenibilidad fiscal y en establecer sendas presupuestarias específicas para cada país que no impidan el crecimiento. Además, se hace hincapié en la necesidad de la inversión tanto pública como privada, sobre todo en el tiempo actual. 

Así, se especifican claramente las ambiciones tradicionales del “grupo del norte”, a través del énfasis en la sostenibilidad fiscal “eficiente”, en armonía con las demandas del “grupo del sur” con la mención al establecimiento de sendas presupuestarias concretas para cada país que sean realistas y no ahoguen el crecimiento del PIB. 

Pacto de Estabilidad y Crecimiento 

Asimismo, el movimiento iniciado por España y Países Bajos busca romper con la lógica de bloques que ha dominado durante los últimos años el debate sobre el futuro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que no interesaba por completo a ninguno de los países miembros. 

Cuando los países del sur vienen reclamando su relajación y las capitales del norte abogan por cambios menos profundos, el nuevo marco fiscal debe tener en cuenta el esfuerzo inversor que el marco europeo está dispuesto a ejercer. 

Y es que el impulso para la transición digital y ecológica no viene solo. Más si cabe, como bien recuerdan estos países, de cara a reducir la dependencia de los combustibles fósiles procedentes de Rusia, que está generando tensión por causa y efecto de la guerra en Ucrania. 

Recordemos, como ejemplo, la “excepción ibérica” que recientemente ha anunciado el Gobierno, por la que la UE permitirá que tanto España como Portugal adopten medidas para rebajar el coste de la energía de cara a poner topes temporales a los precios del gas que se utiliza para generar electricidad. 

“Europa está viviendo tiempos sin precedentes con graves consecuencias para la inflación, el crecimiento económico y las finanzas públicas”, argumentan en el texto, en el que aprovechan también para pedir que no se olviden los debates clave para el bloque en el medio plazo. 

Por último, tanto España como Holanda apuestan por fortalecer la Unión de Mercados de Capitales, ya que consideran que el sistema financiero de la Unión Europea puede "desempeñar un papel crucial" en el desarrollo de las transiciones verde y digital, proporcionando la financiación necesaria para que las Pymes europeas puedan innovar y crecer.